La oxitocina es una molécula orgánica pequeña de una
masa molecular de 1007 daltons y constituye un nonapéptido, es decir, un oligopéptido
formado por nueve aminoácidos, cuya secuencia es: cisteína – tirosina –
isoleucina – glutamina – asparagina – cisteína – prolina – leucina – glicina.
Los residuos de cisteína forman un puente disulfuro en la posición N-terminal y
la posición 6.
La oxitocina (palabra procedente del griego y que significa
“parto rápido”) es una hormona que activa la secreción de las glándulas
mamarias y las contracciones del útero y que fue aislada en 1953 por el
bioquímico estadounidense Vincent du Vigenaud, al igual que la vasopresina o
ADH (hormona antidiurética), otra hormona nonapeptídica que actúa como un
potente vasoconstrictor y un estimulante de la musculatura intestinal y que es
estructuralmente muy similar a la oxitocina, con la diferencia de que el tercer aminoácido de
la secuencia es fenilalanina en lugar de isoleucina y el octavo es arginina en
vez de leucina. La oxitocina se produce en el sistema nervioso central, en el
diencéfalo, concretamente en los núcleos paraventriculares del hipotálamo y asociada
a la proteína transportadora neurofisina I (a diferencia de la vasopresina que se sintetiza en los
núcleos supraópticos del mismo asociada a la neurofisina II), que favorece su
transporte axonal desde el hipotálamo a la neurohipófisis, que es el lóbulo
posterior de la glándula pituitaria o hipófisis, para luego ser liberada
finalmente por exocitosis al torrente sanguíneo y ser distribuida por el
organismo, con una vida media en sangre de 3 a 5 minutos. Además, la producción
de oxitocina se da también en los testículos, los ovarios, el útero o la
placenta e, independientemente de dónde proceda, podemos decir que está
asociada al ciclo circadiano y que alcanza su pico más alto por la noche. Existen
diversos estímulos que provocan la secreción de oxitocina, como es el caso de
la liberación del neurotransmisor noradrenalina, la anticipación del
amamantamiento, el aumento de estrógenos, la succión mamaria o la distensión
vaginal y uterina.
La acción de la oxitocina es mediada por un receptor
específico de alta afinidad acoplado a la proteína G, cuyo acoplamiento activa
a la fosfolipasa C y provoca un aumento de la concentración de Ca2+ en las
células musculares lisas del útero y del miometrio que promueve la frecuencia y
la intensidad de las contracciones durante el parto. Sin embargo, esta acción no puede ser
llevada a cabo hasta que no se produce un aumento del número de receptores, en
lo cual tienen un papel muy importante los estrógenos, que también van a
originar hipertrofia de las células miometriales y un incremento de las proteínas
contráctiles. Al contrario de lo que ocurre con los estrógenos, altos niveles
de adrenalina tendrán un efecto negativo sobre la liberación de oxitocina, actuando
como un inhibidor, al igual que un aumento de progesterona, ya que esta hormona
provocará una disminución del número de receptores.
Desde los años 50, es bastante común la administración intravenosa
de oxitocina sintética incluso en partos normales, cuando en realidad solo se
debería echar mano de ella en uno de cada diez partos en los que realmente
fuera necesaria, puesto que el cuerpo de la mujer ya produce oxitocina endógena
y de esa manera evitaríamos la gran cantidad de efectos secundarios que conlleva,
ya que la oxitocina sintética ha sido incluida en la lista de los once
medicamentos de alto riesgo.
Sin embargo, la oxitocina no solo interviene en el parto.
También tiene otros efectos beneficiosos para el organismo:
-Estimula la síntesis de testosterona y la eyaculación,
mediada específicamente por los receptores de vasopresinaV1a, estimulando la
erección y la contracción de los tejidos eyaculatorios y aumentando el número
de espermatozoides. Además, la oxitocina es capaz de activar los centros de recompensa
dopaminérgicos, produciendo una sensación placentera durante las relaciones
sexuales.
-Induce contracciones de las células mioepiteliales de la
mama para la eyección de leche.
-Coordina la formación de hueso de los osteoblastos. La
oxitocina inhibe la reabsorción ósea mediante la liberación del Ca2+
citoplasmático e interviene en la homeostasis del esqueleto (mantenimiento del
equilibrio del medio interno) mediante la estimulación de la formación de los
osteoblastos y de los osteoclastos.
-Diferenciación cardíaca. La oxitocina tiene propiedades
mitogénicas en las células endoteliales del sistema cardiovascular mediante la
estimulación del receptor de oxitocina y la señalización del ácido nítrico en
la expresión de los receptores de estrógenos.
-La oxitocina, además de ser una hormona, actúa como
neurotransmisor y se ha visto que tiene efectos positivos en la lucha contra la
ansiedad y el estrés, en el bienestar, en la autoestima, en el tratamiento de
fobias sociales y casos de autismo, en comportamientos relacionados con la
generosidad, el altruismo, la empatía y la compasión y en el establecimiento de lazos de pareja, de amistad y materno-filiales, por lo que no es de
extrañar que también haya recibido otros nombres tales como “la hormona del amor”, “la
hormona de la humanidad” o “la hormona de la socialización”. Incluso se ha
comprobado que podría existir una transferencia emocional, de modo que el hecho
de exteriorizar nuestras emociones o dar abrazos y besos a las personas que
nos rodean podría provocar un aumento de sus niveles de oxitocina y generar una
serie de reacciones bioquímicas en ellos.
Para acabar, hay que destacar que la oxitocina no se encuentra en los alimentos, pero se cree
que el chocolate, la leche animal y algunas hierbas como el perejil, el eneldo, el
tomillo, el romero, el hinojo o la hierbabuena podrían estimular su producción
o ayudar a suplir sus carencias. Además, se ha comprobado que existen también otros
métodos naturales que nos permiten aumentar los niveles de oxitocina en nuestro
cuerpo y evitar tomar fármacos de oxitocina sintética y sus posibles efectos
secundarios cuando no sea estrictamente necesario. Entre estos remedios caseros,
encontramos los masajes, escuchar y cantar una canción, hacer yoga, emplear
tiempo con nuestras mascotas o sencillamente dar abrazos, como ya hemos mencionado anteriormente. ¿Complicado?
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