En estos tiempos de sobreinformación en torno al coronavirus
y en los que las noticias falsas o las interpretaciones erróneas crecen como la
espuma, me gustaría hacer una valoración de los datos epidemiológicos de la
enfermedad de los que disponemos y el porqué de esa tasa de letalidad tan
elevada en comparación con la que esperábamos.
Antes de nada, por si todavía hubiese alguna duda, me
gustaría aclarar que SARS-Cov-2 es el virus, coronavirus (coronaviridae) es la
familia y Covid-19 es la enfermedad. Por otro lado, también hay que tener clara
la diferencia entre los conceptos de letalidad y mortalidad: letalidad es el
número de fallecidos entre los infectados, mientras que mortalidad es el número
de fallecidos entre toda la población, incluyendo infectados y sanos.
En España, los datos a las 12 del mediodía de hoy, 21 de
marzo de 2020, son los siguientes: 24.926 casos confirmados, 1.612 ingresados
en UCI, 1.326 fallecidos y 2.125 curados. Si con estos datos actuales
calculamos la letalidad del virus en España, obtenemos que esta es del 5,31%,
un porcentaje mayor del que cabría esperar en un principio. Y si nos fijamos en
Madrid, foco principal del Covid-19 en nuestro país con 8.921 casos confirmados
y 804 fallecidos por coronavirus a día de hoy, la tasa de letalidad alcanzaría el 9,01%.
Al ver estos datos, es normal que mucha gente se escandalice
y se esté preguntando por qué está sucediendo esto, es decir, por qué
aparentemente hay más fallecidos de lo que predecíamos en un principio. Pues
bien, la clave está en la decisión de no realizar el test de diagnóstico a las personas
con síntomas leves. Dejando de lado los motivos de esta decisión y el debate
sobre lo acertada o desacertada que puede ser esta medida, lo que quiero destacar es
que este hecho conlleva que gran parte de los casos positivos no salgan a la
luz y, por tanto, tengamos una visión sesgada de los datos epidemiológicos. Al
no poder hacer todos los test que serían necesarios, vamos a detectar todos los
casos críticos y todos los fallecidos con coronavirus, pero registraremos
muchos menos casos leves de los que realmente existen, por lo que el número total
de infectados está subestimado. Esto supone que, al dividir el número de fallecidos
entre el número de infectados, obtengamos una tasa de letalidad muy superior a
la letalidad real. Asimismo, dado que las directrices tomadas en cada país en
cuanto a la realización de estos test de diagnóstico son muy diferentes, toda
comparación del número de contagios o de las tasas de letalidad entre distintos países son
de dudoso rigor.
Si a partir de ahora en España logramos aumentar el número de test de diagnóstico gracias a la pronta llegada de las pruebas de diagnóstico rápido, no es de extrañar que el número de casos positivos detectados se vea incrementado en los próximos días y, por lo tanto, disminuya la letalidad, acercándonos más a la verdadera tasa de letalidad de este virus. Tampoco hay que desconfiar por ello de la eficacia de las medidas de confinamiento, ya que es lógico que aún sigan saliendo a la luz numerosos contagios, pues aunque el periodo medio de incubación del virus es de 5 días, hay casos en los que este se puede extender hasta las dos semanas. Es a partir de la semana que viene cuando se espera que comencemos a notar una disminución del número de nuevos casos diarios. Pero para ello, es necesario que todos sigamos con la misma fuerza de voluntad, tomemos precauciones y nos quedemos en casa.
Si a partir de ahora en España logramos aumentar el número de test de diagnóstico gracias a la pronta llegada de las pruebas de diagnóstico rápido, no es de extrañar que el número de casos positivos detectados se vea incrementado en los próximos días y, por lo tanto, disminuya la letalidad, acercándonos más a la verdadera tasa de letalidad de este virus. Tampoco hay que desconfiar por ello de la eficacia de las medidas de confinamiento, ya que es lógico que aún sigan saliendo a la luz numerosos contagios, pues aunque el periodo medio de incubación del virus es de 5 días, hay casos en los que este se puede extender hasta las dos semanas. Es a partir de la semana que viene cuando se espera que comencemos a notar una disminución del número de nuevos casos diarios. Pero para ello, es necesario que todos sigamos con la misma fuerza de voluntad, tomemos precauciones y nos quedemos en casa.
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