La serotonina o 5-hidroxitriptamina (5-HT) es un
neurotransmisor monoaminérgico perteneciente a la familia de las indolaminas y
está compuesto por un anillo indol hidroxilado en la posición 5 y una cadena
lateral etilamínica. Fue descubierta en 1948, cuando Irvine Page, Maurice M.
Rapport y Arda Green lograron aislarla por primera vez.
La serotonina es considerada también una hormona derivada
del triptófano (Trp), un aminoácido esencial que calma el sistema nervioso,
ayuda a producir la llamada vitamina B3 o niacina y resulta indispensable en el
crecimiento de los bebés y en el equilibrio del nitrógeno en los adultos. Aproximadamente
el 2% del triptófano presente en la dieta va a servir para la síntesis de
serotonina, que se va a producir por medio de la enzima triptófano-hidroxilasa
(TPH1 en intestino y TPH2 en cerebro), que convierte el triptófano en
hidroxitriptófano utilizando la tetrahidrobiopterina como cofactor, y la
DOPA-descarboxilasa (también llamada descarboxilasa de aminoácidos aromáticos),
que transforma el 5-hidroxitriptófano en serotonina utilizando la denominada vitamina
B6 o piridoxal-5-fosfato como cofactor. Una vez producida la serotonina, el
transportador SERT o 5HTT, que se encuentra tanto a nivel central como
periférico, se encarga de recaptarla desde el espacio extracelular y llevarla
de vuelta al interior celular, por lo que su intervención es crucial en el
desarrollo de la acción de la serotonina y en la intensidad y duración de su
respuesta. El SERT es una proteína integral de membrana con doce dominios
transmembrana y cuyo mecanismo de transporte consiste en un cotransporte del
sustrato con un ión Na+ y un ión Cl- y la salida de un K+ del interior celular a
raíz de la consecuente translocación.
La serotonina está presente tanto en vertebrados como en invertebrados y
su función más conocida es su acción en el SNC, en el que está implicada en la
transmisión del impulso nervioso para distribuir la información entre neuronas.
Sin embargo, las mayores concentraciones de serotonina no se hallan en el
cerebro, sino en el intestino, que contiene el 90-95% del total debido a su
síntesis en las células enterocromafines de la mucosa del tracto
gastrointestinal y, en menor proporción, en las neuronas del sistema nervioso
entérico, que forman parte todas ellas del sistema serotoninérgico periférico, el cual queda separado del SNC por la barrera hematoencefálica inexpugnable
para la serotonina. La serotonina restante la encontramos en el cerebro y en el
interior de los gránulos densos de las plaquetas del torrente sanguíneo, a las
que pasa la serotonina procedente del plasma mediante un transporte activo regulado
por el calcio intracelular, a pesar de que las propias plaquetas no pueden sintetizarla. Por lo
tanto, la síntesis de serotonina tiene lugar principalmente en las neuronas
serotoninérgicas del SNC y en las células enterocromafines del tracto
gastrointestinal, pero además se cree que, fuera del intestino y del SNC,
también existen unos sistemas microserotoninérgicos capaces de sintetizar,
almacenar, secretar y responder a la serotonina extracelular mediante
receptores y que podrían actuar en el hueso, hígado, tejido adiposo, sistema
cardiovascular y páncreas.
Finalmente, la serotonina ya sintetizada es secretada por
las células enterocromafines con dos posibles destinos, de manera que una
pequeña proporción se dirige a la luz del intestino y la circulación portal y
el resto es secretada al medio intersticial para acceder a los receptores específicos
de serotonina (5-HT) ubicados en las terminales nerviosas de los plexos nerviosos
entéricos o en la musculatura y epitelio intestinales. Dichos receptores, al
igual que la propia serotonina, se encuentran tanto en el SNC como en el SNP,
tejidos no neuronales del intestino y células sanguíneas. Con la excepción del
receptor 5-HT3 que basa su mecanismo de acción en los canales
iónicos, los receptores de serotonina son receptores acoplados a la proteína G y hay 7 tipos o familias diferentes:
-Tipo 1 (5-HT1): se encuentran en los somas de las neuronas
serotoninérgicas del sistema límbico. Tienen una función inhibitoria de la
serotonina mediante la inhibición de la enzima adenilato ciclasa, abren los
canales de potasio y disminuyen la síntesis de AMPc.
-Tipo 2 (5-HT2): activan neuronas, parecen estar
involucrados en la absorción intestinal de nutrientes y producen un aumento de
la hidrólisis del inositol fosfato y de la concentración intracelular del ión
Ca2+.
-Tipo 3 (5-HT3): se denominan ionotrópicos, ya que están
acoplados a canales iónicos de sodio, potasio o calcio, y se localizan en el
tronco encefálico y en el tracto gastrointestinal, en el que producen
motilidad, secreción y absorción con la unión de serotonina a ellos.
-Tipo 4 (5-HT4): al contrario de los de tipo 1, estimulan la
adenilato ciclasa e incrementan la producción de AMPc. Además, al ser
estimulado tanto central como periféricamente, promueven el vómito, el
vaciamiento gástrico, la secreción de electrolitos, la liberación de serotonina
en las células enterocromafines, la contracción y la relajación de la
musculatura lisa y la regulación de la absorción de aminoácidos a nivel
intestinal.
-Tipo 5 (5-HT5): se conoce muy poco sobre estos receptores,
pero se ha visto en ratas que inhiben la enzima adenilato ciclasa y disminuyen
los niveles de AMPc, al igual que los de tipo 1.
-Tipo 6 (5-HT6): se hallan en el hipocampo, córtex cerebral,
sistema límbico y cuerpo estriado y producen un incremento de la producción de
AMPc.
-Tipo 7 (5-HT7): se localizan en el sistema límbico, en el
hipotálamo y en células epiteliales intestinales y aumentan los niveles de
adenilato ciclasa y la síntesis de AMPc. Modulan la actividad del transportador
de serotonina, la activación de estos receptores relaja el colon y el íleon y podrían estar
relacionados también con la regulación del hambre y el sueño.
9 funciones de la serotonina:
1. Mejora el sueño. Constituye el punto de partida para la
síntesis de melatonina, que es una hormona producida en la glándula pineal que
regula los ritmos circadianos del cuerpo y el sueño. De este modo, una
disminución de los niveles de serotonina provoca falta de sueño. El proceso de síntesis de melatonina a partir de serotonina es el siguiente: la serotonina se
transforma primero en N-acetil-serotonina por acción de una enzima N-acetil
transferasa y después, con intervención de una hidroxindol-O-metil transferasa, pasa a N-acetil-5-metoxitriptamina, que es la comúnmente denominada melatonina.
2. La serotonina actúa sobre neuronas que inhiben el hambre,
de modo que los altos niveles de serotonina generan una sensación de saciedad y
la escasez de dicha hormona favorece el hambre. De hecho, se han desarrollado
medicamentos serotoninérgicos para regular el apetito, ya sea potenciando la
síntesis y la liberación de serotonina o inhibiendo su metabolismo, aunque el
abuso de ellos puede conllevar efectos secundarios como hiperactividad o
trastornos neuromusculares.
3. Aumenta la memoria. Por esta razón, se dice que recordamos
mejor las cosas si dormimos después de estudiar, ya que durante el sueño se
segrega más cantidad de serotonina.
4. Altos niveles de serotonina se relacionan con una falta de
deseo sexual, mientras que bajos niveles promueven la libido.
5. Reduce la impulsividad y la agresividad. Por ello, las
personas se vuelven más agresivas cuando no han comido, ya que los niveles del
aminoácido triptófano que incorporamos en la dieta para la síntesis de la
serotonina han disminuido.
6. Provoca la contracción y la relajación de la musculatura
lisa del intestino y de los vasos sanguíneos. Esto se debe a que la serotonina
es capaz de estimular tanto los receptores 5-HT3 y 5-HT4 de
las neuronas entéricas colinérgicas excitatorias, que liberan colina y producen
la contracción, como los receptores 5-HT4, 5-HT1A y 5-HT1D
de las neuronas entéricas nitrérgicas inhibitorias, que liberan óxido nítrico y
producen la relajación.
7. Estimula la agregación plaquetaria y la coagulación, por lo que interviene en el proceso de la hemostasia. Cuando nos hacemos una herida, las plaquetas van a liberar serotonina, que actúa como un vasoconstrictor reduciendo el flujo sanguíneo y facilitando la formación del coágulo.
8. Controlan la motilidad, absorción y secreción intestinal.
9. Es responsable del estado de ánimo y de bienestar, razón
por la que también se la conoce con el nombre de "la hormona de la felicidad". De
hecho, unos niveles bajos de serotonina, aumentan las posibilidades de sufrir
depresión.
Como hemos visto, ya se han descubierto numerosas funciones
de la serotonina, tanto a nivel del sistema nervioso central como periférico,
que nos dan buena prueba del papel fundamental que juega el sistema
serotoninérgico en nuestro organismo, aunque aún quede mucho por conocer acerca
de sus acciones y sus receptores. Y después de tantos beneficios como hemos visto que tiene,
puede que te preguntes: ¿cómo puedo aumentar mis niveles de serotonina? Si es
así, debes saber que el ejercicio físico y la luz del sol favorecen la
segregación de serotonina y que alimentos como el pescado azul, las carnes
magras, los frutos secos, los cereales, los huevos, los lácteos, las legumbres,
el chocolate negro, los plátanos y las piñas tienen un alto contenido en
triptófano y, por lo tanto, promueven la síntesis de la hormona de la
felicidad. ¡Así que lleva una vida sana, come bien y sonríe!
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